Falsificar la realidad para abrir las escuelas

Columna de opinión: Elkin Palma Barahona

Lejos estamos los colombianos de estar plenamente conscientes de los propósitos de este gobierno con levantar todas las medidas preventivas y flexibilizar los procedimientos protocolarios para disminuir los contagios en la curva más alta y nefasta de esta pandemia, se ha valido desde los elementos más sutiles hasta los más escabrosos que para ellos han sido los más efectivos, aquí no hay mensajes subliminales, los reclamos son frenteros, cada sector de la producción levanta la voz y este gobierno accede, menos lo que exigimos y porque no “suplicamos” los maestros.

Por encima de las estadísticas y el rompimiento diario de todos los records de muertes por covid 19 y por encima de los atiborramientos de los corredores de las clínicas de personas esperando y peleando la desocupación de una
cama UCI y además de las advertencia de los científicos y organizaciones médicas, y ni qué decir del millar de maestros que han perdido la vida por dicha peste y aun algunos esperando en sus casas un milagro, el gobierno con su poderoso equipo científico técnico falsifica la realidad para convencer a través de sus plataformas mediáticas y noticieros consortes de su visión a la opinión pública y así obligar al magisterio a las aulas.

Desdibujar los propósitos y hasta la misión del maestro parece ser fundamental en este proyecto necropolitíco, en esta tarea ha sobrepasado el epílogo del príncipe en su objetivo de seguir hundiendo sus garras fétidas en el poder que le genera su gestión corrupta.

No tenemos que hacer grandes esfuerzos para conquistar la verdad, porque no se trata de conquistarla, la comunidad mundial es testigo de este panorama nefasto al que nos ha llevado este gobierno.

En palabras del filósofo mexicano Fernando Buen Abad: “Conquistar la verdad es un trabajo; Es una lucha. La verdad no es una moneda que pueda darse y recibirse, sin más, en el mercado de la información. No nos cuenten que la verdad
es “incognoscible”,
o subjetiva, porque el estado actual del conocimiento esté limitado, mie mientras fabrican escondites, o mentiras retorcidas, para dificultar el camino del saber. La verdad se alcanza, y se defiende, con el esfuerzo militante del pensamiento y la acción organizados.

Se alcanza en la dialéctica tensional entre el error y la certeza. En el debate capital-trabajo. Al margen de reduccionismos. El problema de la verdad (tanto como la mentira) es un problema humanista de nuestro tiempo, que solo se resuelve escuchándonos, pero de verdad que el escuchar nos motive” y que esa motivación nos inste a la bienectud de todos.

La construcción de falacias parece ser la acción de gobierno más repetida en este contexto de pandemia, es una necesidad vital para el partido de gobierno que tiene a un sin número de seguidores de esta ultraderecha construyendo memes en contra de Fecode para intentar revertir todas las evidencias que los maestros hemos puesto en la mesa como objeción para proteger la vida no solo de los estudiantes sino de la comunidad educativa en general.

No solo pretenden invisibilizar al maestro como el más próximo expectante de las condiciones formales que deben darse en el regreso a clases presenciales, sino que envuelve a la comunidad con espejismo e ilusiones que convierten a las víctimas de sus fracasos gubernamentales en alcahuetas solidarios de sus “embarradas”.

EDUMAG como una agremiación de maestros con un profundo sentido altruista, hace un año le salió al frente a esta problemática, el empeño que todo el colectivo administrativo le puso a lo que se ha llamado las “travesías por la vida” evidencia la compilación de un material fotográfico y fílmico de la situación de precariedad, descuido y desolación de todas las escuelas del departamento y del distrito, esto sí que le quedara difícil esconder a don gobierno, porque a partir de aquí sería imposible cumplir medianamente con los protocolos de protección aun flexibilizados por el ministerio de salud.

Si los recursos para saldar estas deficiencias ya están en los entes territoriales, ¡que comience la feria del cemento a contrarreloj, porque aún falta que se complemente el 90% del plan de vacunación a los maestros.

Imposible falsificar la realidad en nuestro contexto, hay que enfrentar las falacias con el mismo rigor que enfrentamos a la ignorancia, no debemos temerle a la verdad, ni a los mitos fabricados para desfigurarla, ni a sus guardianes.

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